lunes, diciembre 03, 2007

Pendejo


Esto es ultra añejo
Lo encotré urgando mis archivos, con pag web pertinente (que estuve husmeando) y todo.
Uff. Loco...

***




Sensuales, perfectos,
Añoro tus labios, pendejo,

fríos, certeros, calculadores y hermosos

Hablamos el lenguaje de los cuerpos,
Cuando la conversa moría, sin más que contar.
Dos hombres inteligentes sin nada que decirse,

Me deje sorber por la aspiradora de tu boca.

Reconozco que te deseaba, pendejo

Que te busqué
Que violento sobre mí, m
e tupiste,
Que mucho es mucho y la pasión no se salva


Y me tomaste,
Y me desnudaste,
Y me sorbiste el alma
Y te dejé hacer, queriendo arrancar.

Mi peor performance ever
Acabé en tu "pescho" y luego, me echáste.
Tragicómica experiencia
Todo mal, atropellado y fugaz.

De patitas en la calle, sorprendido,
Caminando bajo una iglesia
Riendo pregunté a un Cristo, qué mierda fue eso,

Ingenuo yo, ¿que más esperaba?

¡Quién no quiere mirar la fruta y simplemente tomarla!
¡Quién no añora un cuerpo bello te use como dildo y te suelte sin quejas, reproches ni juramentos!
¡oh Dios!
¿Por que me siento tan miserable?

Nota: Si el dueño de la foto alguna vez llegara a verla y deseara q la elimine, hágamelo saber y lo haré. Mientras decorará mis líneas.

sábado, julio 21, 2007

¿Que cual es mi cita ideal...?

Esa en que uno al ver llegar la vict... ejem, perdón, el pretendiente, dice "Si piensa y se expresa tan bien como se ve, ¡COOPERÓ!"

Y efectivamente es así...

Y conversar...

Y conversar...

Y conversar hasta por los codos

Y que te echen porque están cerrando

Y quedarte con gusto poco

Y querer volver a verlo

Y sonreír de solo pensar...

Y sentir que no has perdido el tiempo...

Miserablemente...

Una vez más...

lunes, mayo 28, 2007

Misterivm Inqvitatis


Termino contigo aquí y ahora
Tenlo presente:
Que yo te quiero no es secreto
Pero amar no es suficiente

Pues no se que mierda quieres
¡Dime que puta mierda quieres!

Esto no es una relación
Ni siquiera es un culeo
He tratado de entenderte
Pero nunca, nunca es suficiente

Pues no se que mierda quieres
¡Dime que puta mierda quieres!

Renuncio amor,
Hice lo que pude y quererte es un martirio
Si no puedo llegar a ti
Si no quieres nada mío
¡Dime que puta mierda quieres!
¡Que puta mierda quieres!

Et Cetera, Ad Aeternvm


Melancolía verde, Azul ajenjo
Ok. Nada es perfecto,

pero que onda…

***

- Ya, aquí está. ¡Ataca!
- Ok

Que hola
Que como estas
Que cuantos años tienes
¿Qué trabajas en qué?
Si, ya, es que la música.
Acércate, para escucharte mejor…
Un poco más
Más
Si, ja ja ja, así,
Claaaro, bailando ‘apretao’
Mmm

¿Qué no?
Yiaaa, el tímido
¿En serio?
Y que te importa que nos miren
Mira a tu alrededor la ‘distinguida’ clientela…
Bueno, vamos p’al otro lado
Ja ja ja, si, demah.

Mmm
¿Viste? No fue tan difícil ¿no?
Ja ja ja, ¡Si oh!

Si, esta un poco helado
¿Mucho frío?
¿Tanto frío?
¡Ah! ¡Pillo! Ya me parecía raro
Ja ja ja, en todo caso…

¿Y por qué?
Ah
¿Y a que hora entras?
Uf. Bueno. Apúrate entonces. Pero antes…
Si, a mi también.
Cuídate, nos vemos
¡Oye! Espera… para que me recuerdes…
Ya, ahora si
Bye

***


- ¿Y?
- Bien poh
- ¿Se van a juntar?
- Si. Yo creo

***

- Pero cuenta, ¿lo hay llama’o? ¿se juntaron?
- Si
- …
- …
- ¿Y?
- Na’poh
- ...
- Absolutamente nada...

Et Cetera, Ad Aeternvm


miércoles, diciembre 20, 2006

Comentario

Les cuento, criaturas, que acabo de mandar el post anterior al The Clinic. Ojalá lo publiquen como primer paso por la conquista del world. Lean y comenten. Tienen la primicia.

domingo, diciembre 17, 2006

Reach out and touch faith...

Después de investigar un rato sobre cierta misteriosa figura presente por milenios en nuestra cultura, encontré algo muy curioso que quisiera compartir con ustedes, amiguitos lectores:

Al amanecer y/o al atardecer, dependiendo de la época, aparece en el cielo cerca del horizonte, el bello signo que anuncia la transición: la Gran Estrella. Los antiguos egipcios, de hecho, pensaban que se trataba de dos cuerpos diferentes. De ahí sus dos nombres en griego: Phosphorus (“Aquel que trae la luz”) en la mañana, y Eosphorus (“Aquel que trae el ocaso”) al anochecer. Para los tiempos de los romanos ya se sabía que se trataba de un solo planeta: Venus. Lo que sigue es muy importante: cada ocho años, este planeta manifiesta cinco conjunciones con el sol y la tierra. Al unir los puntos en el cielo de dichas conjunciones, se obtiene un pentagrama casi perfecto. De ahí que esta figura surge como el símbolo sagrado de la estrella de la mañana, de la tarde y de Venus. Recuerden que mitológicamente se les puede considerar de las tres formas, por separado o como un todo (¿tres que son uno?). Retomemos el tema de los nombres. La traducción al latín de Phosphorus se compone de dos partes, Lucis (de Lux, luz) + Ferre (portar o traer): Lucifer. Esta palabra tiene el mismo significado mitológico de Prometeo, aquel que trajo el fuego a la humanidad.

Lucifer, la estrella de la mañana, la más brillante de todas, separada del resto, suspendida entre el cielo y la tierra, en una orbita que traza un pentagrama, su signo…

Ahora viene lo realmente curioso: en el nuevo testamento, (segunda epístola de Pedro 1:19) Jesucristo es asociado con la estrella del amanecer (Phosphoros) y en Apocalipsis 22:16 se lee “Yo soy el brote y el descendiente de David. Yo soy la brillante estrella de la mañana”. Entonces, si Jesucristo es Lucifer, alguien puede decirme, ¡¿Qué mierda pasó?!

martes, septiembre 12, 2006

AMORES PLATÓNICOS, parte 1 (revisado)

Viña del Mar, 1991, 1º medio. Tenía 13 años:

Recuerdo la primera vez que lo vi. Él se sentaba en la fila del medio. Yo en la de la ventana. Quizá fuera el segundo o tercer día de clases, pero me sorprendió no haberlo visto antes. O sea, lo había mirado, pero ¿como pude no poner atención?: Más o menos de mi estatura, pelo, cejas y pestañas azabaches en contraste violento con la palidez de su piel pecosa, labios rojos bien definidos, ojos pardos cristalinos y un cuerpo hecho a mano. Sin duda, H. R. era todo un personaje, una criatura simplemente hermosa.

Cuando se dio cuenta que lo estaba mirando, me sonrió y levantó las cejas rápidamente un par de veces. Avergonzado le devolví la sonrisa, levantando un poco la cabeza. Me sentí un adefesio en comparación, lleno de espinillas, mal vestido y con un corte de pelo por botellas. No sé si se acercó él o me acerque yo, pero al otro día terminamos sentados juntos con toda naturalidad en puestos que no nos correspondían. Cuando llegaron los que si se sentaban en esos bancos, los miramos y sin objetar se sentaron en otra parte.

Él es mayor que yo por dos o tres años, pero estaba atrasado en cursos por venir de un lugar lejano al que trasladaran a su padre. Culto, educado y muy inteligente el tipo era realmente fascinante. ¡Ah, la melodía de su voz! Nunca salia nada vulgar de sus labios. Conversábamos y conversábamos y conversábamos… Como si nos conociéramos desde siempre, como amigos de toda una vida, hablando de todo, de nuestras historias, de nuestras aspiraciones, nuestros intereses. Le conté cosas que nunca habría pensado siquiera decir en voz alta y él también: Nos hicimos inseparables. Mil veces nos cambiaron de puesto, mil veces volvimos a sentarnos juntos. ¡Al diablo con la plebe! Nuestras conversaciones eran importantes, los demás, simplemente mundanos...

Con él, empecé a salir. Mi mundo ya no era el de un niño retraído que va del colegio a la casa, sin permiso para hacer nada, ya que afortunadamente, ese año había decidido pasarlo en la relajada casa de una tía que vivía en esa ciudad. Aunque cada dos semanas, tenía que volver a la mía en Santiago por un fin de semana, el resto del tiempo eran unas vacaciones permanentes. En Viña tenía amigos y en verdad lo pasaba muy bien. Especialmente cuando estaba con él. En las tardes me iba a su casa, donde solo faltaba pasarme por la libreta. Si no, nos colgábamos horas al teléfono e inclusive a veces, ¡llegando de su casa lo llamaba!. “¿De que hablarán tanto?" escuche un par de veces al otro lado de la línea, "si se acaban de ver". "¡Te llama tu pololo!” le decían. En mi casa también. El se ponía rojo, a mi me daba risa: Corta tu. No, tu...

Íbamos mucho al cine, a jugar video (¡que antiguo!), a caminar por la playa o recorrer Viña. Nunca íbamos a Valparaíso. Debo reconocer con vergüenza que éramos clasistas y cuicos al peo, y como no fumábamos ni tomábamos, el humilde Valpo. carecía de todo atractivo y lo evitábamos como a la sarna.

Y así se nos pasaba el tiempo: cálido y hermoso. Ignorado... Inexorable...

Un día de primavera al atardecer, me acompaño a tomar la micro a mi casa. Tal vez la brisa lejana y refrescante del mar o el exquisito olor de los árboles. O quizá el violeta en el cielo espectacular del ocaso porteño le hicieran caer en la cuenta (mientras yo estaba distraído) que el verano se nos venia encima volando, el año escolar se terminaba y que tendría que mudarme a Santiago. Y me hizo recordar, así como al pasar, pero con timidez, que ya no estaríamos juntos, dándome a entender que aunque nos viéramos de vez en cuando, la vida apacible que llevábamos se nos acababa. Lo miré y el viento acarició su rostro. Sin mirarme, me dijo que me quería y que me iba a echar mucho de menos. Retiré la mirada. Profundamente sorprendido por lo inesperado de sus palabras, sentí el corazón latir en mi garganta y mi cara enrojecer. En ese maravilloso instante de los 13 años, viví por vez primera toda la magnitud de aquello que llaman Felicidad, pues en ese momento supe que Dios existía y me golpeaba violentamente con el puño en la boca del estómago dejandome sin aliento. Luego, cuando me pasó el brazo por sobre los hombros, tuve una erección de dos kilómetros que disimulé caminando delante suyo para arreglarme el pantalón. Pero en este dulce cáliz, había una gota amarga, ya que en realidad mi amigo... se estaba despidiendo. Lo abracé de vuelta y le dije que yo también lo quería y echaría de menos, pero que no se preocupara, que yo vendría de Santiago a verlo y que cuando quisiera podría visitarme. Le dije que cuando hay cariño la distancia no importa y le prometí que seríamos amigos, no, ¡los mejores amigos!... para siempre. Curioso es que cuando tratamos de animar a alguien, a veces, en realidad estamos tratando de consolarnos nosotros mismos... En eso paso su hermano menor y cuando nos vio bajando la escalera de su edificio abrazados de los hombros, sonrió, soltó un "huuuyy" con esa entonación de mierda tan característica y sin detenerse siguió subiendo. Como un resorte nos soltamos rápidamente y nos miramos. El momento habia pasado. "Huuuy" le dije y así, cagados de la risa, tirados en el suelo, el día llego a su fin.

Una vez terminado el año, me vine a Santiago y por supuesto, nunca más volví a verlo…

***

Años después supe que se había marchado a España y la ciudad completa se marchitó en ese instante, sus calles tan llenas de gente, pero atrozmente vacía.

lunes, agosto 21, 2006

Sara Noxx
‘Exxtasy’
por Arkanhell

Cuando Sean Brennan, vocalista de London After Midnight, criticaba al movimiento gótico-dark de fines de los 90’s-principios de los 00’s, argumentaba que el sonido de las bandas seguía patéticamente petrificado a mediados de los 80’s. No cabía más que estar de acuerdo: baste escuchar la mayor parte de la pléyade de grupos synthpop o futurepop actuales para detectar la falta de innovación y nefasto espíritu nostálgico. Se hace inevitable exclamar “maldición, más de lo mismo”. Después de todo, no puede celebrarse que un nombre nuevo aparezca haciendo lo mismo que hacia Depeche Mode en esos años. Ellos ya lo hicieron y fueron (son) grandes: pasemos a lo que sigue...
En este contexto, aparece en 1997 Sara Noxx con su álbum debut, Noxxius. El año siguiente con su segundo trabajo, Paradoxx, se transforma en la primera “doña nadie” en saltar de la nada directamente al nº 2 de las listas independientes alemanas, gracias al single 'Stupid'. Luego, en 2001, nos sorprende con el tercer título de su carrera, el notabilísimo Exxtasy.

La atmósfera general del disco es intensamente melancólica, incluso en sus momentos más ‘dance’. Es un trabajo electrónico en que se mezclan exquisitos sonidos análogos y texturas digitales, en composiciones que reconocen abiertamente sus raíces en el New Wave más oscuro, pero completamente actualizadas. No es nostalgia, es evolución: “New Wave v3.0”. Los juegos vocales rescatan las misteriosas entonaciones desdobladas de Anne Clark, mientras la temática de los versos desfilan entre la desesperación, los rencores, las relaciones frustradas y la resignación, contrapuestas al amor propio, los anhelos y la determinación de seguir adelante (‘I don’t care of your devotion/ I don’t care of your depression/ i will survive’, ‘Survive’, el estupendo corte que abre la placa). Mención especial merecen ‘Last Desire’ y ‘Winter Again’, temas que catapultaron a Exxtasy a la categoría de clásico contemporáneo en el underground europeo. En la primera, la Noxx reclama desolada ‘feel the night is falling/ my tortured soul is dying/ my heart is still on fire/ on fire you deny' logrando una coherencia impecable entre la suplicante y erótica frialdad de la voz y la base bailable al nivel del Cure más clásico. Del mismo modo, en ‘Winter Again’ encontramos una desgarrada canción de desamor y soledad en que se mezclan una poética sombría y ritmos de discoteca (‘My hands are craving for heaven and earth/ Like a broken piece of my heart/ My eyes are crushed by the rain on your skin/ it’s winter again). En los momentos más lúgubres, la intensidad sube opresiva, las revoluciones bajan, y el sonido se emparienta con el de maestros de la categoría de Sopor Aeternus, (la hermosa balada ‘Cryin For’) y Diary Of Dreams (‘1999’, ‘In This Time’). Sin embargo el momento más conmovedor llega con el cover de Falco, ‘Jeanny’. Un homenaje elegante y bello que pone los pelos de punta con su ternura y delicadeza.
Escuchar este álbum es todo un agrado por la variedad de matices, a ratos evocadores, a ratos muy íntimos, que mueve al baile con la misma gracia que mueve a la introspección. A quien le guste lo más Dark del New Wave, o lo más New Wave del Dark, sin duda se sentirá muy satisfecho.

Nota: A este disco le siguen el instrumental Nonvoxx (2003), en el cual, mediante fuertes coqueteos con el Dark Ambient, explora su lado mas etéreo y depresivo; y Equinoxx, del mismo año, donde retoma la senda "normal" en la sólida evolución de su sonido y se consagra con el increíble single ‘Colder and Colder’